El ejercicio físico adaptado a personas mayores con movilidad reducida es fundamental para mantener su salud y bienestar. Superar el desafío que supone la realización de ejercicio les puede mejorar significativamente su calidad de vida, manteniéndolos activos, independientes y con una actitud mental positiva.
Con las modificaciones adecuadas, el ejercicio puede ser no solo factible, sino también beneficioso. Desde ejercicios simples que se pueden realizar sentados, hasta rutinas que mejoran la flexibilidad y el equilibrio.
La movilidad reducida es común en muchas personas mayores y puede estar causado por diversos factores como el envejecimiento natural, enfermedades como la artritis o el Parkinson, o la inactividad prolongada.
El impacto de la movilidad reducida en la puede incluir una pérdida de fuerza muscular, rigidez articular y problemas de equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caídas.