Las infecciones de orina en ancianos ocurren cuando una acumulación excesiva de bacterias en el tracto urinario provoca molestias y síntomas que afectan su bienestar. A medida que envejecemos, el sistema inmunitario se debilita y la capacidad de vaciar la vejiga se reduce, lo que favorece la proliferación de microorganismos y aumenta el riesgo de infección.
En las personas mayores de 70 años, estas infecciones pueden presentarse de manera silenciosa y detectarse solo en una revisión médica rutinaria. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas son más evidentes, manifestándose con inflamación, fiebre y escalofríos, lo que requiere atención médica urgente para evitar complicaciones.
Por eso, la mejor forma de detectar una infección urinaria es prestar atención a cambios repentinos en el comportamiento, como:
▪ Orinar con mayor frecuencia de lo habitual.
▪ Sufrir dolor al orinar o micción ardiente.
▪ Picor al orinar.
▪ Presencia de sangre en la orina.
▪ Mal olor en la orina.
▪ Fiebre (en el caso de una elevada infección de orina).
▪ Dolor en espalda y riñones (en el caso de una elevada infección de orina).
• Aparición repentina de incontinencia.
• Confusión del paciente o incapacidad para realizar las tareas que solía hacer bien.