En esa línea, se debe poner atención cuando una persona mayor deja de realizar tareas complejas y que son habituales, como por ejemplo:
- Descuida su apariencia o cambiar su personalidad.
- Se equivoca en sus finanzas.
- Olvida citas o eventos de cierta importancia.
- Pierde frecuentemente objetos de valor.
- Se desorienta al conducir su automóvil.
¿Qué se debe hacer frente a estas conductas?
Si se observa que la persona presenta alguna de las conductas anteriormente mencionadas, lo adecuado es consultar con un especialista, ya que no necesariamente se asocian al Alzheimer, sino que, a otras enfermedades como depresión, hipotiroidismo, déficit de vitaminas o efectos adversos de medicamentos, entre otras causas.